domingo, 16 de noviembre de 2008

EXAMEN COMERCIAL DE SUIZA

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
SUIZA
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas
El entorno económico
Desde el primer examen de las políticas comerciales de Suiza, realizado en 1991, la economía ha sufrido una grave recesión que ha puesto brusco fin a ocho años de constante crecimiento económico. Si bien en 1993 y 1994 se reanudó la expansión, la economía permaneció estancada en 1995 y se espera un crecimiento nulo en 1996. El desempleo ha aumentado a más del 4 por ciento -tasa sin precedentes en los últimos decenios- y muestra pocas señales de descenso.
La fuerte apreciación de la moneda, alrededor del 11 por ciento en términos reales entre 1993 y 1995, ha aminorado el ritmo del proceso de recuperación y agravado las tensiones estructurales de la economía suiza. Aunque los resultados del sector financiero y de algunas industrias manufactureras innovadoras -por ejemplo, algunos productos químicos y la electrónica avanzada- han sido buenos, los sectores manufactureros tradicionales y el turismo han registrado una contracción. El aumento de la parte correspondiente a los servicios en la producción y el empleo refleja una tendencia, en el conjunto de las ramas de actividad y dentro de cada una de ellas, a centrarse en actividades de dirección y funciones conexas y trasladar muchas actividades manufactureras al extranjero.
Las exportaciones de mercancías siguieron concentrándose en unos cuantos sectores, en particular maquinaria, instrumentos, relojes, productos químicos y productos medicinales. Las exportaciones de servicios comerciales representaron alrededor de 20.000 millones de dólares EE.UU. en 1994; la cuarta parte procedía del sector financiero. Con la recesión, la balanza comercial de Suiza pasó a registrar superávit, pese a que las exportaciones de mercancías crecieron lentamente -a un ritmo del 4 por ciento en términos reales- entre 1993 y 1995.
Integración económica internacional
La economía suiza presenta un alto grado de integración internacional, gracias a un régimen de comercio abierto con respecto a los productos industriales. Los aranceles aplicados a las manufacturas son por lo general bajos y no existen restricciones cuantitativas ni medidas antidumping, compensatorias o de salvaguardia.
Los proveedores preferenciales, en particular la Unión Europea y los países de Europa central y oriental, han ganado terreno en los últimos tiempos en el mercado de importación. El comercio realizado en el marco del acuerdo de libre comercio concluido en 1972 con la UE representa actualmente alrededor de cuatro quintas partes de las importaciones de mercancías y dos terceras partes de las exportaciones. En el marco de la AELC, Suiza ha concluido desde 1991 doce acuerdos preferenciales con países de Europa central y oriental y países mediterráneos, con el fin de lograr condiciones de acceso similares a las que goza la Unión Europea.
A pesar de las liberales condiciones de acceso, Suiza sigue siendo un país de precios elevados. La comparación de muchos precios al por menor con los de los mercados vecinos resulta desfavorable, como consecuencia de la gran protección prestada al sector agropecuario y de la débil competencia interna con respecto a una serie de bienes y servicios. El acceso a los mercados ha sufrido durante mucho tiempo obstáculos "privados" o "informales" que cabe atribuir a una herencia de débil legislación anticártel, reglamentos técnicos específicos y protectores, algunas restricciones a la inversión y derechos exclusivos en el marco de la legislación en materia de propiedad intelectual.
Tendencias de la política comercial
Desde los primeros años del decenio de 1990 el entorno de la política comercial de Suiza ha ido cambiando rápidamente. El proceso de integración europea se ha intensificado y la Ronda Uruguay ha ofrecido importantes oportunidades de mayor liberalización multilateral. La negativa al Espacio Económico Europeo (EEE) por referéndum celebrado en 1992 aumentó la importancia de la Ronda Uruguay, provocó una reconsideración de los vínculos europeos del país e inspiró un programa autónomo de reforma económica (el "programa de revitalización").
La participación en el EEE se hubiera traducido en la inmediata adopción por parte de Suiza de la legislación de la UE en materia de servicios, reglamentos técnicos, contratación pública y competencia. Ello hubiera contribuido a la armonización de las normas y a la eliminación de los obstáculos al acceso relacionados con los cárteles y, además, hubiera garantizado la libre circulación de personas, bienes y servicios originarios del EEE entre Suiza y los demás miembros. Después, se han celebrado negociaciones con la UE en las que se han abordado cuestiones de integración bilateral de los mercados con respecto a esferas tales como los reglamentos técnicos, el transporte terrestre y aéreo, y el movimiento de personas. Estas negociaciones, que se considera constituyen un todo único, no se habían concluido en el momento de redactar el presente informe.
El programa de revitalización, adoptado en 1993, tiene por objeto suprimir distorsiones del sistema de incentivos, eliminar obstáculos normativos al comercio, mejorar la movilidad interna de los factores e infundir más competencia en mercados antes protegidos. Sus principales elementos son los siguientes:
- Revisión completa de la política en materia de competencia, cuya fortaleza y alcance aumentarán considerablemente en el marco de una nueva Ley de Competencia a partir de mediados de 1996;
- supresión de los obstáculos relacionados con normas y armonización de las prescripciones nacionales con las internacionales en el marco de la Ley sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, de 1995;
- mayor integración de los mercados nacionales de productos y factores en el marco de la nueva Ley sobre el Mercado Interno, que autoriza a los residentes suizos y a las empresas con sede en Suiza a ofrecer bienes y servicios, así como su mano de obra, en cualquier cantón o municipio;
- mayor acceso a los mercados de contratación pública tras la adopción de la Ley Federal de Contratación Pública y la ratificación de un Concordato Intercantonal, sobre la base de las disposiciones del Acuerdo sobre Contratación Pública, de la OMC; y
- establecimiento del impuesto sobre el valor añadido, que ha suprimido una prima implícita a la integración comercial vertical y un sesgo desfavorable a las exportaciones.
Se proyecta la adopción de nuevas medidas, basadas en el programa de revitalización y encaminadas a eliminar, reducir o racionalizar los monopolios, en esferas como la comercialización de los productos agropecuarios, las telecomunicaciones y los servicios postales, la electricidad y los ferrocarriles.
Aunque estas reformas deberán suprimir en su momento muchos obstáculos tradicionales a la movilidad de los factores y al comercio, subsisten otras restricciones, entre ellas las limitaciones al acceso de extranjeros a los mercados suizos de la tierra y la mano de obra. Esas limitaciones, destinadas inicialmente a proteger el empleo o la identidad del país, siguen socavando la elasticidad de los mercados de los factores e impiden que la economía tenga la flexibilidad necesaria para realizar ajustes.
Al no existir una resolución del Tribunal Federal, no está claro si puede utilizarse la legislación suiza en materia de marcas de fábrica o de comercio, revisada en 1992, para excluir las importaciones paralelas. Si bien el Consejo Federal ha indicado la posibilidad de concluir acuerdos recíprocos con los interlocutores comerciales para suprimir los obstáculos al comercio relacionados con la propiedad intelectual, al parecer no se prevén cambios autónomos para lograr ese mismo objetivo. La segmentación del mercado puede verse agravada por restricciones del comercio del sector privado destinadas a mantener precios de importación elevados. Recientemente se han puesto de manifiesto algunas pruebas de esto: un fabricante de automóviles con sede en la UE prohibió a sus comerciantes de Italia que vendieran a residentes suizos, tras la supresión de los obstáculos normativos a las importaciones por parte de Suiza. La legislación suiza en materia de competencia brinda pocas posibilidades de recurso en esos casos y no existe ningún mecanismo internacional efectivo de reparación.
Evolución de las políticas sectoriales
Agricultura y elaboración de productos alimenticios
Suiza ha aplicado durante mucho tiempo una diversidad de programas de política agrícola muy intervencionistas con objetivos relacionados con la producción, los ingresos y el medio ambiente. No obstante, desde el comienzo del decenio de 1990 aumentaron las presiones encaminadas a la reforma, al coincidir las necesidades de negociación en la Ronda Uruguay con las restricciones económicas y ecológicas internas.
Como primera medida, en 1992 el Gobierno anunció un cambio gradual de la ayuda a la agricultura: de la intervención de los precios a pagos directos. La nueva política cobró impulso a través de la legislación de aplicación de los resultados de la Ronda Uruguay y quedará fortalecida mediante la iniciativa "Política Agrícola 2002", sometida a consulta política en octubre de 1995. Con ello se trata de suprimir los canales de comercialización exclusivos, los precios al productor garantizados y los contingentes de producción, y de supeditar la ayuda estatal a criterios ecológicos. Sin embargo, las autoridades siguen considerando necesario promover la producción en sectores como los de los cereales, las patatas, el azúcar y las semillas oleaginosas con elevados niveles de asistencia. Recientes estimaciones sugieren que la compensación total en materia de ingresos por las reformas relacionadas con la OMC (incluida la arancelización) podría dar lugar a un aumento de los desembolsos federales de entre el 17 y el 24 por ciento con relación a su nivel de 1993.
La conversión en aranceles de las restricciones no arancelarias a la importación ha aumentado la transparencia, pero no es probable que se traduzca en una decidida expansión del comercio. El equivalente ad valorem medio de los aranceles aplicados a los productos agropecuarios, teniendo en cuenta los suministros realizados en el marco de contingentes y fuera de ellos, se estimó en más del 80 por ciento en 1995. El derecho a importar en el marco de los contingentes arancelarios se confiere mediante diversos mecanismos: importaciones anteriores de los comerciantes, procedimiento de subasta, adjudicación por orden cronológico de presentación de solicitudes y asignación a prorrata. Con arreglo al sistema de "prise en charge", el acceso a los contingentes está supeditado a la compra de productos nacionales.
Sector manufacturero
El sector que ha arrojado mejores resultados en los últimos años ha sido el de los productos químicos, sobre la base principalmente de los productos farmacéuticos; su crecimiento real entre 1990 y 1994 fue de más de un tercio. Las empresas suizas han mostrado también fortaleza en esferas especializadas como la tecnología de precisión y la relojería, en contraste con las fuertes presiones encaminadas al reajuste ejercidas en la industria pesada, las prendas de vestir y la maquinaria eléctrica. Estas tendencias, aunque acentuadas por la apreciación de la moneda, reflejan los cambios de la ventaja comparativa, antes en actividades tradicionales de gran intensidad de capital y ahora en actividades de producción relacionadas con educación y conocimientos técnicos. Al igual que en otros tiempos, en Suiza el cambio estructural viene inducido esencialmente por el mercado, sin intervención significativa de las políticas.
Los esfuerzos que se están desplegando para establecer normas de origen paneuropeas que abarquen el EEE, Suiza y los países de Europa central y oriental, tal vez faciliten un mayor recurso a fuentes exteriores y atenúen las presiones sobre el sector del vestido y otros sectores "sensibles".
Servicios
El sector del transporte aéreo figura entre los más afectados por la no participación de Suiza en el EEE. Al carecer de la condición de transportista del EEE, Swissair no puede obtener derechos de cabotaje y sus estrategias en materia de rutas sufren restricciones en el más extenso mercado europeo. A su vez, los mayores costes de los viajes y el menor número de conexiones entre los miembros del EEE tienen efectos desfavorables en el sector.
Los problemas de rentabilidad que se plantean en el sector de la aviación ofrecen contraste con los resultados de los sectores de banca y seguros, en los que el empleo ha crecido más del 10 por ciento entre 1989 y 1994. Los bancos con sede en Suiza dependen de los mercados internacionales con respecto a la tercera parte aproximadamente de su activo y pasivo. Dada la concentración de sus actividades exteriores en banca de inversión y gestión de carteras de valores, en vez de en servicios bancarios minoristas relativamente improductivos, la no participación en el EEE no ha afectado gravemente a su posición en el mercado de la UE. En el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, Suiza ha consolidado la presencia comercial, el consumo en el extranjero y el suministro transfronterizo con respecto a toda una gama de servicios bancarios y de inversión, pero no ha consolidado el suministro transfronterizo de seguros.
Algunos segmentos del mercado suizo de servicios de telecomunicaciones han estado abiertos desde los últimos años del decenio de 1980; y se prevé la liberalización de todos los servicios, con inclusión de la telefonía por frecuencias vocales y la red básica, para 1998. Por razones constitucionales principalmente, la Confederación conservará una participación mayoritaria en PTT Telecom, que, no obstante, deberá operar en condiciones comerciales. En previsión del nuevo entorno, la PTT está tratando de desarrollar posiciones estratégicas, o ampliar las ya existentes, mediante adquisiciones. Están prohibidas las subvenciones cruzadas entre actividades liberalizadas y actividades monopolísticas, aunque puede resultar difícil impedirlas.
Políticas comerciales e interlocutores en el comercio exterior
El apoyo de Suiza al sistema multilateral de comercio tiene sus raíces en su tradición de independencia. Así pues, aunque la mayor parte de su comercio de mercancías se realiza con un interlocutor preferencial, la Unión Europea, el país ha desempeñado una importante función autónoma en la OMC y en la elaboración de los Acuerdos de la Ronda Uruguay. Las políticas comerciales suizas
no han dado lugar a casos de solución de diferencias en el marco del GATT/OMC en muchos años y la legislación suiza de aplicación de las disposiciones de la OMC no se puso a prueba internamente mediante referéndum, a pesar de su repercusión en la agricultura y de la falta de alternativas inmediatas de empleo en una economía vacilante.
El programa de aplicación de la Ronda Uruguay, complementado con la intensificación de la competencia dentro de Europa, contribuirá al avance de la liberalización y la desreglamentación económicas. Sobre la base de los resultados de la Ronda Uruguay, Suiza apoya un ambicioso programa de trabajo para la OMC, con inclusión de nuevas negociaciones en esferas como las siguientes: aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio; efectos en el comercio de las políticas industriales, ambientales y sociales; y normas en materia de competencia. Aunque tal vez este programa esté inspirado en cierta medida en la no participación de Suiza en el EEE, refleja también el interés real de una nación comerciante de tamaño medio, con ventajas en servicios y actividades manufactureras modernas, en elaborar políticas y desarrollar su comercio en un clima multilateral transparente y sin confrontaciones.

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